Cuenca del Besaya. La ruta del románico.



Distancia aproximada: 50 km


Saliendo de La Casona de Los Güelitos, tomamos dirección Puente San Miguel, donde por la A-8 dirección Torrelavega, donde da comienzo la ruta que nos llevará por los pueblos de Cartes, Riocorvo, Santa María de Yermo, Bostronizo, Arenas de Iguña, Silió, Bárcena de Pie de Concha y Reinosa

A esta ruta que parte de Torrelavega, capital del Valle del Besaya y segunda ciudad en importancia de Cantabria, se la llama la del Románico porque era el tránsito habitual en la época de la ocupación romana y por las numerosas muestras del mismo que encontrarás a lo largo de su recorrido.

Este camino cuenta con una gran historia pero también con el atractivo de bellos y montañosos paisajes y sinuosos recorridos.

En Cartes, iniciamos lo que se denominaba El Camino Real, aquel que comunicaba Santander con la Meseta castellana, villa con un pasado relevante, un conjunto histórico artístico repleto de torreones, balconadas de torneados balaustres, arcos y escudos familiares. Cuyo peculiar ambiente sirvió al escritor Benito Pérez Galdós para ambientar su novela Marianela.

Sin salirnos del Camino Real atravesamos Riocorvo, pueblo de similares características al anterior: casonas de los siglos XVII y XVIII que se organizan en torno a una sola calle. La iglesia, del siglo XIII de Santa María de Yermo, es uno de los monasterios más antiguos de la región y el primero de los monumentos románicos que nos encontráremos.

Curiosamente antes de llegar al segundo de los monumentos románicos, la de San Juan de Raicedo en Arenas de Iguña, descubriremos oculta entre montes la ermita mozárabe de San Román de Moroso de Bostronizo.

La Vijanera, peculiar carnaval que se celebra el primer domingo del año en Silió es una de las fiestas tradicionales más arraigadas de Cantabria. ¡Si puedes, visítalo!

En Bárcena de Pie de Concha podemos aprovechar para dar un bonito paseo, ver la iglesia románica de San Cosme y San Damián y por supuesto la calzada romana que llega hasta Pesquera.

Es imprescindible ir a la Colegiata de San Pedro en Cervatos que además de formar parte del Camino de Santiago, destaca por la decoración de su portada, con arquivoltas, capiteles de tipo animalístico y canecillos que representan los pecados de la carne.

Y tampoco puedes perderte el espectacular tramo de calzada romana de unos 5 kilómetros que aún se conserva entre Somaconcha y Pie de Concha, que unía la ciudad de Julióbriga, centro neurálgico del valle de Campoo con Portus Blendium, hoy villa de Suances.