Valles del Pas, Pisueña y Miera. Las Villas Pasiegas. Distancia aproximada: 70 km.
Saliendo de La Casona de Los Güelitos, tomamos dirección Puente San Miguel, donde por la A-8 dirección Torrelavega, para después por la N-634 llegar hasta Castañeda donde dará comienzo la ruta que nos llevará por los pueblos de Castañeda, San Vicente de Toranzo, Ontaneda, Alceda, Entrambasmestas, Vega de Pas, Puerto de la Braguía, Selaya, Villacarriedo, San Pedro del Romeral y San Roque de Riomiera.
Los paisajes repletos de verdes prados, elevadas montañas y un ambiente típicamente rural son la nota predominante de los Valles Pasiegos, principalmente ganaderos. Bañados por los ríos Pas, Pisueña y Miera, sus pueblos se diseminan en incontables cabañas.
Sus costumbres y tradiciones, vinculadas al pastoreo trashumante, constituyen la cultura pasiega, que en muchos lugares se mantiene aún vigente. La paz y el sosiego del ambiente se contraponen a la dura vida en el campo.
De camino, en la comarca del Pisueña está Castañeda, su Colegiata de la Santa Cruz es una de las obras más importantes del románico de Cantabria. Junto al río, además podrás ver la Cruz de Castañeda, una rústica cruz del siglo XVII, muestra de los numerosos cruceros que hay por la región. A las orillas del río Pas encontrarás Puente Viesgo, allí has de visitar el yacimiento prehistórico de las Cuevas del Monte Castillo y contemplar sus importantes pinturas rupestres.
Más hacía el sur San Vicente de Toranzo, puerta de entrada al hermoso Valle de Anievas nos da paso a Ontaneda y Alceda bellísimo conjunto histórico de blasonadas casonas. Desde Entrambasmestas dirígete hacia la Vega de Pas, capital de las villas pasiegas, y además de un espectacular entorno, disfruta del pintoresco ambiente de su plaza, sus calles empedradas y sus tradicionales construcciones.
Atraviesa el Puerto de la Braguía y una vez llegues a Selaya y Villacarriedo relájate con sus palacios de Doñadío y Soñanes, el primero montañés y el segundo puramente barroco. Déjate seducir por sus sobaos y quesadas, sus productos gastronómicos más típicos.
Visita el Museo de las Tres Villas Pasiegas y empápate de la cultura de San Pedro del Romeral, San Roque de Riomiera y Vega de Pas. Verás que el edificio es una réplica de las antiguas cabañas invernales, pues los pasiegos se han caracterizado siempre por ser trashumantes, y que recrea diferentes ambientes como la cocina, con todos sus enseres característicos y la zona de dormir.
De regreso, mientras recorres las fuertes pendientes del Puerto de Lunada, contempla el espectáculo de los verdes prados y las típicas cabañas pasiegas. Cuando llegues a Liérganes pasea por el Barrio de El Mercadillo, con sus casonas señoriales de largas balconadas adornadas con flores y escudos familiares, y aprovecha para merendar un reponedor chocolate con churros.