Así hablaban en el Viajero Del País de nuestro desayuno:"Pero lo que realmente enciende a sus huéspedes, todavía en la cama, es el olor a pan recién hecho viajante por todos los intersticios de la casona. Del horno salen cada mañana una insólita variedad de panes, calientes y olorosos, que sirve la propietaria con su mejor sonrisa en el porche acristalado. No hay mejor recuerdo de una estancia aquí que llevarse en la maleta un cuscurro envuelto en papel de seda".
¿Te apetece leer todo el articulo? Pincha aquí